
El Gobierno Vasco ha anunciado por medio del lehendakari, Iñigo Urkullu, que la emergencia sanitaria declarada en Euskadi el 17 de agosto de 2020 será desactivada a partir del próximo jueves, 7 de octubre, por lo que quedarán sin efecto la mayoría de las restricciones aún vigentes con el fin de contener la pandemia de la covid-19.
Solo habrá dos limitaciones que aún se mantendrán, ambas, en el contexto de los recintos cerrados: el uso de la mascarilla (también en exteriores si no puede mantenerse una distancia de metro y medio -incluyendo terrazas-) y el máximo del 80% de aforo en eventos con una capacidad superior a las 5.000 personas.
Por concretar el asunto de las mascarillas, decir que todavía serán obligatorias en los entornos con gran afluencia de personas o aglomeraciones, así como en los bares y restaurantes «salvo en el momento de la ingesta de alimentos o bebidas». También se mantiene la obligatoriedad de su uso en el transporte colectivo y en el caso de vehículos compartidos por personas no convivientes.
Pero, más allá de las mascarillas y de la limitación de aforos en grandes eventos bajo techo, el grueso de las restricciones restantes quedarán anuladas. A destacar:
Este anuncio llega coincidiendo con una incidencia acumulada de la covid-19 por cada 100.000 habitantes de 62,05 casos en 14 días. Así, a pesar de que se tenía en cuenta 60 como cifra por debajo de la cual ya se podría hablar de «transmisión baja» del virus, el consejo asesor del Plan de Protección Civil (LABI) ha tomado por buenos tales datos, apoyados por una evolución favorable de la situación epidemiológica durante las últimas fechas. La presión asistencial, además, solo se cifra en 34 enfermos en las UCI de los hospitales vascos.