Ya estamos. Otra vez con el tópico de que en Euskadi no se folla. Pero es que es verdad. Ser soltero aquí es tan duro como intentar llegar a las txosnas por el puente del Ayuntamiento cuando acaban los fuegos.
Motivos creo que hay varios. El primero y más importante es que somos más sosos que el pan sin sal. No nos atrevemos a hablar entre nosotros a no ser que llevemos varios cubatas. Encima las cuadrillas de toda la vida son o de chicos o de chicas. Y así es muy difícil. Otra razón podría ser que hasta bien entrada la treintena la gente no se mueve de casa de sus padres. Y si ligas antes de esa edad a ver a dónde vas. Tienes que esperar hasta que se vayan los aitas el fin de semana a Laredo para mojar. Nos quedamos en el nidito hasta que firmamos un contrato indefinido y tenemos pareja estable. Sin arriesgar.
Y luego está esa gente que se echa parejas en el pueblo. Eso es trampa. No vale que aquí estemos pasando hambre y tú te vayas a follar a Burgos. Tenemos que ponernos de acuerdo para acostarnos entre nosotros. Se acabó también lo de irse a Cuba a traerse un mulato.
Y de repente me entero de que la canción de Nacha Pop «La chica de ayer» está dedicada a una chica de Bilbao. Y esto me produce entre alegría y rabia. Qué dilema. Es un orgullo pensar que una mujer bilbaína pudiera influir tanto en la vida de Antonio Vega. Pero me da un poco de rabia el hecho de que alguien de aquí se tenga que ir a enamorar a Madrid. ¡Que en Bilbao tenemos chicos jatorras de sobra! Algunos con tierras y caseríos.
La chica de ayer es Maite Echanojauregui. Diseñadora de moda bilbaína que se fue muy joven a buscarse la vida a Madrid. Conoció a Antonio en 1977 cuando ella tenía 17 años y él 20. Fue un amor de verano que debió dejar muy tocado al músico. Las mujeres de Bilbao son así. No dejan indiferente a nadie. Se conocieron en una fiesta y no se separaron en toda la noche.
Durante muchos años nadie supo a quién estaba dedicada la canción. Antonio nunca se lo confesó a Maite, aunque esta sospechaba que era para ella. Y en 2014 se estrenó el documental «Tu voz entre otras mil». En este retrato personal del músico aparecía una foto de Antonio junto a una mujer rubia desconocida.
…tus cabellos dorados parecen el sol…
El que fuera batería de Nacha Pop desveló su identidad. Era Maite. El documental acabó llegando hasta ella, que lo confirmó. La bilbaína se puso en contacto con Paloma Concejero, la directora. Hablaron por teléfono y quedaron para verse pronto en persona y así contarle más confidencias sobre Antonio. Maite era muy discreta. No le interesaban los focos. Solo quería explicar lo que recordaba de aquellos años para que Paloma culminara su trabajo. Pero antes de que se produjera ese encuentro Maite falleció de un infarto. Tenía 54 años.
La chica de ayer es una de las canciones más famosas de la música nacional. Todos la hemos cantado y todos nos hemos imaginado asomándonos a la ventana para ver a aquella chica jugar con las flores del jardín. Ahora sabemos que se llamaba Maite.
…Las calles mojadas te han visto crecer…
No hay duda, se refiere a Bilbao.
Extracto de «No me seas sinsorgo», editado por El Gallo de Oro y disponible aquí.
