Hay unos días al año en los que la ciudad cambia totalmente. Las calles se llenan de música, bailes, risas y alegría. Paseas por el Botxo y notas la electricidad del ambiente. Y es que a mediados de agosto comienza la semana más grande del año. Fíjate tú si es grande que es la única semana que dura 9 días. Y 9 noches, claro.
La Semana Grande de Bilbao es, sin duda, la semana más grande del mundo. Y por supuesto, un evento tan especial debía tener el mejor inicio de todos. Un momento en el que se parase el mundo solo para esperar a que se inicien las fiestas. Todo un pueblo en silencio desde el momento en el que se prende la mecha hasta que explota el txupin y estallan los gritos de alegría. Txinnnnnnnnn…. ¡PUM! que empiece Aste Nagusia.
La txupinera era un antiguo empleo municipal ejercido exclusivamente por mujeres que se transmitía de madres a hijas, en el que se lanzaba un «chupín» para avisar de acontecimientos extraordinarios en la villa. Así que la primera comisión de fiestas, en 1978, pensó que era imprescindible recuperar esta figura para avisar del acontecimiento más importante del año. Y desde entonces, cada agrupación de Bilboko Konpartsak se va turnando para elegir entre sus miembros la que será la responsable de iniciar las fiestas.
Fue en 1985 cuando se encargó al diseñador Alejandro Gutiérrez que elaborase un uniforme de Txupinera. Falda negra, chaqueta roja y txapela roja o blanca. Y la idea de no quitarse este traje en toda la semana fue de Manoli, txupinera de 1986, que decidió pasarse toda la Aste Nagusi con su flamante traje rojo.
Ya queda poco. Vete buscando tu pañuelo azul. Baja al Arenal con la cuadrilla y prepárate para gritar de alegría. Cuando explote el txupin, explotará la fiesta. Hasta Marijaia se queda agazapada dentro del Arriaga esperando escuchar la señal para salir al balcón a gritar:
Gora Txupinera!
Gora Bilboko Aste Nagusia!
