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San Blas y el cordón milagroso

Cordones de San Blas // Alma Botxera
¿Cómo podemos evitar ponernos malos? En el Botxo tenemos un remedio infalible: El 3 de febrero se baja a San Nicolás para hacerse con un cordón de San Blas. ¡Mano de santo!

Ya está aquí el frío. Y, como cada año por estas fechas, se instala en la ciudad un nuevo y poco amigable vecino: la gripe. Quién no ha pasado ya este invierno unos días en la cama con el moquillo colgando. Si tú no, espérate que seguro que te acaba tocando. Un buen resfriado no hace prisioneros.

Y, ¿cómo podemos evitar ponernos malos? Tomando jarabes, abrigándonos, yendo al médico… todo eso está muy bien. Pero en el Botxo tenemos un remedio infalible. Llega el 3 de febrero así que baja a San Nicolás para hacerte con tu cordón de San Blas.

Lo primero que tenemos que saber de este santo es que no era santo. Era Blas. A secas. Un médico y obispo que se hizo famoso por evitar que un niño se ahogase con una espina de pescado. Y, a partir de este afortunado incidente, su popularidad creció por todas partes e hizo que se convirtiera en el patrón de las enfermedades de garganta.

Imagen en San Nicolás // Alma Botxera

Y, ¿cómo lo celebramos nosotros? Pues comiendo rosquillas, tortas y los clásicos caramelos de malvavisco. Cómo no. Cualquier excusa para comer es buena para nosotros. Que somos de Bilbao, aibalahostia.

Y aunque los tiempos cambian y nos volvemos más escépticos, la tradición de San Blas sigue muy arraigada en Bizkaia. Aquí en Bilbao lo típico es bajar a San Nicolás, comprar un cordón en uno de los muchos puestitos que ponen junto a la iglesia, y entrar en ella para que la imagen de San Blas te lo bendiga. El cordón lo llevaremos en el cuello durante 9 días, y entonces lo quemaremos como símbolo de purificación. Así de fácil protegeremos nuestra garganta por lo menos hasta el 3 de febrero del año siguiente.

Hoy en día, puede que más por tradición que por verdadera creencia religiosa, muchísimos bilbaínos llevarán su cordón durante los próximos días. Así que si no te quieres poner malo… ya sabes.


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