La villa se muestra radiante con la Navidad y sus luces, pero los orígenes de la iluminación en la ciudad nos retrotraen asta el Bilbao amurallado, cuando los vigilantes hacían la ronda nocturna en la absoluta oscuridad
Qué bonita la Navidad. Cuánta alegría y felicidad se respiran por las calles. Y qué bonita está la ciudad. Con sus luces y sus árboles. Cada año más espectaculares, más grandes y con más música. Que somos de Bilbao, la órdiga. ✨✨✨✨
Pero, evidentemente, esto no siempre ha sido así. Las luces decorativas son un elemento más o menos moderno. De hecho, para hablar de los orígenes de la iluminación en la ciudad tenemos que viajar hasta el Bilbao amurallado, cuando los vigilantes hacían la ronda nocturna en la absoluta oscuridad. En aquella época, las antorchas eran sinónimo de fiesta. Un poco como las luces de Navidad de hoy. Si veías fuego a lo lejos, es que estaban celebrando algo. 🔥
Con el tiempo se decidió que cada vecino iluminase su propia casa como pudiera, hasta que se firmó un acuerdo para colocar en las Siete Calles 123 faroles. Pero aún así se necesitaban más, así que este número creció y se colocó un farol de aceite cada 30 pasos. 🕯️
Y entonces llegó el siglo XVIII y la iluminación creció para extenderse hacia el Arenal. El Ayuntamiento colocó diferentes faroles en 1800 para alumbrar este espacio que había permanecido a oscuras hasta entonces. Estos faroles estaban encendidos desde el Ángelus hasta las 11 de la noche. Y si alguno se apagaba… ¡Multa! Así lo decía al menos “el reglamento del buen servicio”. 💸
Y de repente llegó el gas. Y Bilbao entero se levantó para colocar las tuberías para abastecer de energía a todos los puntos de iluminación. Incluso con la llegada de la electricidad, el gas siguió siendo el principal recurso ya que la nueva alternativa era muy cara. A pesar de eso, en los hogares poco a poco se iba imponiendo la electricidad. En las fiestas de verano de 1891 se celebró un espectáculo de luces eléctricas para que todos los bilbaínos fueran a divertirse. ⚡️
Los tiempos cambian, cada vez hay más luces y más elementos decorativos, sin embargo el significado sigue siendo el mismo. Si hay luz, hay fiesta. 🥳