El viernes pasado era el cumpleaños de P y queríamos queríamos celebrarlo fuera pero sin tener que gastarnos un dineral. La cuesta de enero parece que se ha alargado a febrero y la cuesta se ha convertido en una pared vertical. Como queríamos visitar algún restaurante en el que no hubiéramos estado antes se nos ocurrió ir al Ágape en la calle Hernani de San Francisco.
Desde hace algún tiempo daba por hecho que este restaurante estaba cerrado, desconozco el motivo. El caso es que estaba equivocado. Con un Bilbao soleado tras una temporada de frío y nieve acudimos puntuales a la cita. El comedor se encontraba hasta los topes y esperamos a que nos indicaran nuestra mesa. «Seguidme, la vuestra es la que tiene vistas al mar» y aunque no era la mesa que más me hubiera gustado al menos veríamos el trajín de un día cualquiera en el multirracial barrio.
El menú del día nos da la oportunidad de elegir entre cuatro platos primeros y tres segundos platos:
- PRIMEROS
- Crema de champiñones al Jerez con jamón ibérico
- Ensalada de garbanzos con verduras a la menta
- Spaghetti con salsa de tomate, verduras salteadas y queso
- Huevos rotos con patatas, cebolla frita y beicon
- SEGUNDOS
- Carrilleras en salsa de pimiento verde sobre patatas
- Medallón de pollo asado al queso y nueces sobre boniato a la crema
- Skrei al horno con ali oli
olésobre col al vino tinto y nuez moscada
Queríamos probar diferentes platos así que todos los que elegimos fueron diferentes. Ella eligió de primero la crema de champiñones que resultó tener un sabor intenso al hongo y en el que se celebraba cada cucharada que pescaba un pedacito del jamón. Yo en cambio opté por unos huevos rotos con patatas, cebolla y beicon que me recordaron bastante a mis primeros intentos de hacer una tortilla. Es broma, estaban ricos, con sustancia y una cantidad generosa.
Para el segundo plato tuvimos que resolver la duda que quizá muchos aún tengáis a estas alturas: «¿qué es skrei?» Pues resulta ser un tipo de bacalao fresco que se caracteriza por ser más jugoso y tener un sabor más intenso. Lo eligió P y por lo que dijo estaba rico y con un sabor suave al ali oli (nuestras pituitarias lo agradecen) y con un toque presente del vino tinto. Yo me incliné en cambio por las carrilleras que es un plato que pocas veces he disfrutado y la carne era pura mantequilla. Me sobró el cuchillo completamente. Mi error fue elegir dos platos que contuvieran patatas lo que provocó que acabase «petado».
Pero como me debo al blog, a sus seguidores y soy un tragaldabas de cuidado jugué al Tetris con mi estómago y busqué el hueco necesario para que encajase la última pieza: el postre. P eligió el clásico brownie que ninguna mujer puede dejar escapar. Y yo no pude dejar pasar la misteriosa tarta de chocolate, coco y ¿curry? ¡Curry! Ese toque exótico me atrajo pero una vez en boca no me convenció, hasta el punto de dejarlo a la mitad.
Durante la comida disfrutamos de un tinto que aun siendo de año me supo rico. El menú me pareció muy correcto, de comida tradicional y a un precio perfecto, 12,20 € por persona. Nos sirvieron rápida, eficaz y amablemente aunque lo hubieran hecho más de haber sido habituales. A ellos les dan a elegir mesa. Probablemente volvamos y probemos los menús de fin semana .
Restaurante Ágape
Calle Hernani 13, Bilbao La Vieja (ver mapa)
Teléfono: 944.160.506
Facebook muy mejorable, poco actualizado.