¡Hola Botxers!
Aquí estoy otro mes más con la sección receta fáciles. Hoy os traigo una receta clásica pero que la vamos a hacer de una forma muy sencilla para que todo el mundo se anime con ella.
Hoy hacemos unos pimientos rellenos de bonito y huevo con bechamel.
Quizá pueda parecer que cocinar unos pimientos rellenos es muy laborioso, pero nada más lejos de la realidad. A ver, que tampoco se hace en 5 minutos, no os voy a engañar. Pero partimos de un relleno que es muy, muy facilito. Lo que nos va a llevar un poco más de tiempo va a ser la bechamel. Y después un ratito de horno, pero ya sabéis que el horno es muy apañado y trabaja solo.
Así que no me enrollo más y aquí tenéis la receta de los pimientos rellenos de bonito y huevo con bechamel superfácil.

PIMIENTOS RELLENOS DE BONITO Y HUEVO CON BECHAMEL
Ingredientes (para 6 pimientos):
- 6 pimientos del piquillo
- 1 huevo cocido
- 3 latas de bonito (de las pequeñas que suelen tener unos 52 gramos cada una)
- 4 cucharadas de salsa de tomate
- Queso rallado
Para la bechamel:
- 35 g de mantequilla sin sal
- 25 g de harina de trigo
- 400 ml de leche
- Sal y pimienta negra
Preparación:
Lo primero es poner un huevo a cocer. Mientras tanto, pasamos los pimientos un poco por la sartén y los reservamos.

Sacamos el huevo cocido del fuego y lo ponemos en agua fría para detener la cocción. Mientras se enfría, en un bol, echamos el bonito previamente escurrido y la salsa de tomate. Mezclamos. Pelamos el huevo, lo picamos, lo echamos en el bol y volvemos a mezclar. Reservamos la mezcla.

Ponemos en una sartén la mantequilla a fuego medio-alto. Cuando esté derretida, echamos la harina y removemos con una varilla para que se haga bien.

Tras 2-3 minutos, vamos vertiendo la leche. Es mejor que esté caliente así que la podéis calentar antes un poco en un cazuela o también podéis hacerlo en el microondas. La vamos añadiendo poco a poco, sin parar de remover para que no queden grumos. Yo suelo hacerlo como en 3-4 veces. Echo una vez, remuevo y, cuando no hay grumos, la siguiente. Así hasta verter toda. Lo más importante es no dejar de remover. Cuando no queden grumos y esté toda la mezcla bien ligada y cremosa, añadimos sal y pimienta negra (al gusto). Mezclamos bien y reservamos.


Precalentamos el horno con función de gratinar.
Rellenamos los pimientos con la mezcla de bonito y huevo. Los ponemos en algún recipiente para el horno, derramamos la bechamel por encima y añadimos un poco de queso rallado, en este caso, un queso manchego (pero podéis echar el que más os guste).


Metemos al horno a gratinar hasta que esté doradito. El tiempo en el horno para gratinar es relativo (depende de cada horno) así que estad pendientes.

Sacamos, emplatamos y a comer. Si queréis hacer más cantidad de pimientos, duplicáis o añadís la cantidad que necesitéis y ya está.

¡Nos leemos en la próxima receta que ya será casi en Navidad 😊!