Probamos Nitro Cold Brew, el producto, en fase de desarrollo, que las dos empresas vizcaínas esperan lanzar a comienzos de 2022 aunando el saber hacer de ambas firmas
Miércoles, 1 de enero, 10:30 de la mañana. Frío y lluvia. Nos vamos a Bolueta sin saber si lo que nos han invitado a probar en la fábrica de La Salve es una cerveza… o un café. Es pronto para lo primero… y el tiempo tampoco acompaña. Lo segundo apetece más, pero, si se llama «Nitro Cold Brew», un café con leche calentito tampoco va a ser. De hecho, ya conocemos el término, uno de los más al alza entre los amigos baristas. Pero, ¿por qué en una fábrica de cervezas? Incertidumbre total.

Entramos a la fábrica y encontramos a un buen puñado de hosteleros, distribuidores y periodistas echando un trago. ¿De qué? A ver, que todavía no lo sabemos.
La cosa es que nos han avisado de que se trata de un producto fabricado por La Salve, sí, la marca bilbaína de cervezas, pero, ¡a medias con Baqué! Sí, la firma cafetera de Iurreta. De ahí no solo nuestra duda respecto al resultado final, sino también nuestra expectación. ¿Dos empresas locales potentes, trabajando juntas en una bebida nueva y novedosa, aunando lo mejor de dos mundos tan cercanos, pero tan distintos?
Vale. Es una cerveza. Negra. La están sirviendo desde un cañero, así que no tiene pérdida. «Cerveza negra que no solo tiene matices cafeteros, sino ¡que tiene café!». Eso me digo yo, pero vaya. Me sirven mi trago, lo pruebo, y… ojos como platos (y no, no por el chute de alcaloides, sino porque seguimos sin tenerlo claro). Preguntamos.

«Es un café infusionado en frío durante 24 horas al que se le agrega nitrógeno», nos cuenta Jon Ruiz, uno de los capos de La Salve. Pero, ¿tiene cerveza? «No, no tiene alcohol», añade. Vaya, que se puede tomar como un desayuno fresquito. No estaba el día muy así, a priori… pero, la verdad es que entra muy bien.
Y es que este café frío con nitrógeno (va, ¿empezamos a llamarlo «café nitro»?), se antoja una alternativa fabulosa a nuestro típico café con hielo, con la ventaja de que no hay que hacer malabares para mezclarlo y que, además, no se queda aguado. El cuerpo cremoso, el toque algo carbónico, la capita de espuma (en definitiva, el recuerdo a cerveza) y su total ausencia de alcohol, también nos hace vislumbrarlo como una nueva opción para cuando nos apetece un refresco o, en concreto, uno con cafeína. Una cocacola, vamos.

Nos vamos del polígono Santa Ana con muy buen sabor de boca, conscientes de que puede que haya sido la primera vez que probamos un producto de futuro éxito. ¿Cómo quedará el café nitro definitivo de La Salve y Baqué? En abril de 2022 saldremos de dudas, pues se espera que salga al mercado una lata de 25 cl. para comercios, así como barriles para hostelería.
Seguiremos informando.