El día más esperado de la 10º edición del Bilbao BBK Live había llegado. No era un día cualquiera y eso ya se pudo palpar a las primeras de cambio. La gran diferencia era la cola que nos encontraríamos al llegar a la calle Capuchinos, de donde salían los buses. Aunque nos asustamos en un primer momento tardamos pocos más de cinco minutos en subirnos al autobus.
Me hubiera encantado estar en el recinto desde que abren las puertas, realmente cualquiera de los días. Suele haber conciertos interesantes pero, porque has trabajado o porque llevas una tralla de dos días de festival, esto es misión imposible. Me perdí el concierto de Señores (17:30) y el de Vintage Trouble (18:15). A los primeros ya los he visto en varias ocasiones pero aún me estoy flagelando por no ver a lo segundos. Vintage Trouble debió de dar todo un conciertazo de blues rock. Para cuando llegamos a Kobetamendi sólo pudimos cruzarnos con ellos en dirección a los camerinos.

En esos momentos daba el toque de corneta el barbudo de Cat Empire y nos ponía a bailar a ritmo de ska, jazz, funk y rock. La banda australiana estaba compuesta por toda una orquesta: trompetas, trombón, teclado, batería, bongos y un dj haciendo ‘scratching’. Un concierto entretenido para ir subiendo las pulsaciones e ir tomando la medida a la sesión final del festi.
Y como queríamos algo marchoso desestimamos la opción moñona de Kodaline para elegir la de Sheppard en la carpa. Dudo que muchos de los que estuviéramos allí conociésemos algo más allá de la cancioncita del dichoso anuncio de Orange: «Geronimo». Sabíamos que el ‘chou’ no pasaría a la historia, el público ocupaba tres cuartos del aforo y holgaditos.
A esa hora en la que el cielo de Kobetas se torna naranja hacía acto de presencia Katie White y Jules Martino, o lo que es lo mismo The Ting Tings. En el mismo escenario pero seis años más tarde se les ha unido otro componente a la banda, al menos en los directos. Se ve que Jules no podía soportar más el papel de ‘hombre orquesta’, lo mismo tocaba la guitarra que la batería. Su pop bailable ha evolucionado en este tiempo incluyendo más electrónica. Aún así sus temas ‘Great DJ’, ‘Shut up and Let Me Go’ y ‘That’s Not My Name’ fueron los que conviertieron éste en un concierto muy dinámico.
Soy de la opinión de que cada música tiene su momento y según cuál enchufo en mi iPod a grupos como Of Monsters And Men. Más desde que formasen parte de la banda sonora de ‘La vida secreta de Walter Mitty’ junto a Junip y José Gonzalez en solitario. No creo que las 22:15 sea el mejor horario para estas bandas, ni etiquetándolas como ‘los nuevos Arcade Fire‘. Así pues aproveché ese momento de asueto para el bokata y la birra. Desde los lados no se oían nada mal sus temas principales ‘Dirty Pawns’, ‘Little Talks’ y ‘Mountain Sounds’. El caso es que me gustan pero…
A esas alturas cada uno iba haciéndose fuerte en sus posiciones y moverse por el recinto era el sábado muy complicado. Se notaba muchísima más asistencia que el resto de días. Lo más rápido que pudimos nos acercamos a la barra a entonaros para lo que era el gran concierto del festival en conjunto. Un ‘jager’ fresquito y un katxi de cerveza mientras Zoot Woman hacía lo suyo ante poquito público.
Un cosquilleo especial me indicaba que este concierto no tenía nada que ver con cualquiera de los anteriores. Con unos minutos de retraso y una fina pero constante cortina de agua Muse lo tenía todo para que aquello fuera épico. En ese momento apareció en las pantallas el coronel gordinflón gritando y poniéndonos firmes hasta que sonaron los primeros acordes de ‘Psycho’, un temón que consigue contagiar a base guitarreo y golpes de baqueta. Matt Bellamy y compañía ya se habían ganado a un público que no dejó de brincar en los siguientes cinco minutos largos. ‘Nuestro culo ya le pertenecía’ y tanto que sí.
El show de los británicos dejó bien claro que saben dominar el escenario como quieran soltando un repertorio repleto de grandes obras. La elegancia de Bellamy acariciando la guitarra, sacando morritos con actitud chulesca pero respetuosa, una voz clara y limpia… «¡Esto es otro nivel, coño!» Por este concierto ya merece la pena pagar el bono, joder que sí. Fueron cayendo todos los exitazos: ‘Uprising’, ‘Knights Of Cydonia’, ‘Supermassive Black Holes’ y otros del nuevo ‘Drones’: ‘Dead Inside’, ‘Reapers’ y ‘Mercy’. En ese momento una lluvia de confeti rojiblanco y media docena de globos gigantes sobrevolaban al público. Muse decidió olvidarse por completo de su criticado álbum ‘2nd Law’. Muy a mi pesar ‘Madness’ no sonó en Kobetas.
Fue un concierto de hora y media que se nos hizo cortísimo, pero ya sabemos que en un festival las cosas son así. Por fin he podido ver a Muse en directo, aún habiendo tenido entradas para asistir a sus conciertos de Madrid en 2010 y 2012. Y tras acabar mi sentencia: «El mejor concierto que haya visto jamás en el Bilbao BBK Live.»
Después de este orgásmico concierto decidimos tomarnos unos minutos de relax. Nos sentamos mientras se escuchaba de fondo la electrónica de SBTRKT en el escenario Heineken. Con las energías suficientes para continuar nos pasamos por la carpa Euskaltel-Gaztea que en ese momento estaba reventar. No nos ha dado momentos ni nada esta carpa durante el festi (LoooooooCoooooooMia…).
Matamos el tiempo como pudimos para espera a The Parrots en un escenario Bosque que hasta ese momento no habíamos estrenado. Había tenido ya ocasión de verles en la pasada Casa Jäger que celebramos en un chaleto a las afueras de Bilbao. Quise repetir porque el garage-rock de los madrileños me parecía la mejor opción teniendo en cuenta que mi otorrino me ha prohibido escuchar a Delorean. Consecuencias del altísimo volumen de los zarauztarras en BIME.
A partir de aquí viene una crítica a la organización. De un tiempo a esta parte, dos años si no recuerdo mal, a partir de cierta hora la propuesta única y exclusivamente es electrónica de la más cañera, muy dura. Otros años había djs pinchando temas guitarreros, indie, pop, rock, hits de ahora y siempre. Han pasado por allí Daniless, Nasty Mondays, Amable, Optigan… sirvan de ejemplo de su estilo. Pero ahora no, y me tengo que marchar a casa fresco como una lechuga porque no hay otra opción: o electrónica o nada, o lo quieres o lo dejas. Y me da pena, porque no quiero jamarme tres horazas de Lapalux o Julio Bashmore para poder disfrutar de la sesión de Elyella djs o Buffetlibre a las 5:50 de la mañana. Mi crítica no busca que se sustituya la electrónica, vista la carpa tiene su público. Al menos que pueda compatibilizarse con otro espacio o carpa y otra propuesta, por ejemplo el bosque.
En tal tesitura y fresco aún, como decía antes, la mejor opción fue pasarse por el buseto de los Simpsons a por una hamburguesa completa y un katxi de patatas. Con mucha salsa, cómo nos gustan las guarradas. Y caminito para abajo mientras llovía.
Bilbao BBK Live 2015 ha llegado a su fin y como digo siempre al salir del reciento: «Hasta el año que viene». Éste ha sido un año especial. Por fin he cerrado el círculo imaginario que había inventado con los grupazos a los que quería ver alguna vez en la vida. Foo Fighters, ACDC, Coldplay, Red Hot Chili Peppers, Metallica, Offspring, Rage Against The Machine, Kings Of Leon, The Killers, Franz Ferdinand… ¡y por fin Muse! Hay otras bandas que me complacerían pero no a este nivel: Arcade Fire, Arctic Monkeys… pero mi sueño húmedo sería volver ver a Dave Grohl y sus Foo Fighters entonando su ‘Best Of You’, pero esta vez en Kobetamendi. Lo petaría.