Sigo sin saber si fue porque era San Valentín, San Viernes o porque simplemente no me apetecía cocinar. El caso es que le propuse a P (mi mujer, mi esposa, mi compañera de la vida) irnos a comer fuera. Fue uno de esos días de ciclogénesis explosiva en los que no sabes dónde te llevará el viento.Y esas rachas nos llevaron al barrio de Indautxu, más concretamente al restaurante Un Señor de Bilbao (USB).
Conocí USB a través de otro blog y debo de reconocer que siempre me llamó la atención por su decoración. Su aspecto es de una obra inacabada, con paredes a medio pintar. Nada más lejos de la realidad, es un restaurante decorado al detalle por un fotógrafo que cambió su cámara por los fogones. Hace patente su amor a la fotografía con multitud de fotos y cuadros seleccionados con gusto. Un Señor de Bilbao es un restaurante y vinoteca en el que puedes disfrutar de una tabla de quesos del país, franceses, ingleses o suizos. Su cocina se caracteriza por ser tradicional y con una buena materia prima. Su carta incluye txipirones encebollados, txuletón de kilo, carpaccio o ventresca de bonito entre multitud de apetecibles ensaladas y entrantes.
En su fiesta de primer aniversario tuvimos la oportunidad de visitarlo y degustar su buen vino crianza y sus maravillosas croquetas de jamón ibérico. He reconocer que plato que veíamos pasar, plato que devorábamos.
Resultando un plan tan improvisado y ante las futuras citas gastronómicas que me esperaban ese mismo fin de semana, optamos por comer el menú del día (13,90 €). La pareja botxera optó como primer plato por una «Ensalada de mousse de foie, con mix de lechugas, pasas confitadas y frutos secos». Sobre el papel y en el plato pintaban bien, en la boca la desilusión fue patente. Esperábamos más de una lechuga que no sabía a nada y, por supuesto, de ese medallón de foie. Reconozco que somos una pareja de morro fino en este apartado, somos ‘fans#1’ del foie fresco a la plancha o del micuit, productos diferentes por un lado y entendible que no los incluyan en un menú del día por otro.
En el segundo plato no hubo unanimidad, la señor(it)a pidió una «Merluza braseada sobre crema de piquillo y calabacín asado» con buena presencia y una salsa que por lo visto estaba para chuparse los dedos (sin foto). Yo, carnívoro confeso, elegí como segundo «Pollo de caserío asado y sus patatas fritas al mojo picón». Una ración muy correcta, jugoso y con la piel tostada como a mí me gusta. La salsa igualmente para relamerse el bigotillo. Esta vez sí se cubrieron las expectativas como era de esperar en Un Señor de Bilbao.
Como dice el exitoso programa de Cuatro «Deja sitio para el postre» hicimos lo propio y elegimos una tarta fina de chocolate que ayudó a marcharnos del restaurante satisfechos y con una sonrisa de oreja a oreja. Los dulces siempre ayudan pero el tinto «Coto de Hayas D.O. Campo de Borja» también hizo lo suyo. No hubo que conducir, se podía aprovechar.
El servicio fue muy profesional, amable y educado en todo momento. Algo a destacar ya que últimamente lo estoy echando en falta en más de un negocio. El restaurante es muy amplio pero recomiendo llamar para reservar aunque sea el menú del día, vecinos y currantes próximos se acercan por Un Señor de Bilbao para disfrutar de sus menús. En próximas visitas espero probar ese txuletón que guardan a nombre de «Alma Botxera». Ñam, ñam!
Particular de Indautxu 8
Tfno: 944 245 194
Web: www.unsenordebilbao.com (muy recomendable)
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