Quien más quién menos de vez en cuando consigue reunir algo de dinerillo para pegarse una escapada. Entre esa baraja de destinos se encuentra Lisboa, la capital de la vecina Portugal está lo suficientemente lejos y a la vez cerca como para visitarla. Seguro que éste también ha sido destino de unos cuantos de vosotros.
Caminar por la Plaza del Comercio, asomarse al río Tajo (Tejo según los bigotudos), subir en ascensor al Barrio Alto o en tranvía al de Alfama para conquistar el Castillo de San Jorge. Todos estos planes están en la ruta de cualquier turista. Si bien aquí nos falta el plan más delicioso de todos ellos. No me refiero al bacalao con el cual, según dicen, los portugueses son capaces de cocinarlo de 365 formas diferentes. A nosotros nos van a venir con recetas de bacalao teniendo el pil-pil y la salsa vizcaína.
La visita al Monasterio de los Jerónimos es otro ‘must’ en cualquier visita a Lisboa y no porque seamos devotos del santísimo de turno, sino por serlo del ‘Pastel de Belém’ o ‘pastel de nata’. En su obrador se producen a diario 20.000 de estos pasteles de crema que despacharán aún calentitos con dos sobres para acompañarlos de azúcar y canela. Un mordisco y lo notarás crujiente por fuera y suave por dentro.
A pesar de que trabajan con una receta secreta desde hace algún tiempo podemos disfrutarlos también en Bilbao. Sin necesidad de embarcarse en ningún vuelo podremos disfrutar de este dulce lisboeta que ha traspasado fronteras. Y es que junto a otro templo, en este caso la iglesia de San Nicolás, ha abierto sus puertas NATA Lisboa. En su vitrina verás dispuestos decenas de pasteles de Belém esperando a ser devorados. Particularmente yo los prefiero con canela en polvo pero he de reconocer que con azúcar glass también están ‘muito bom’. Tras probarlos ya en dos ocasiones puedo afirmar que son tal y como recuerdo los originales.
En NATA Lisboa además podrás combinarlo con chocolate caliente, café, zumos y otras bebidas. He visto además que debe de haber otros tentempiés como las tostadas y ‘empanatas’ pero como no las he probado no puedo opinar. Si prefieres también puedes llevarte estos dulces para casa.
Habrá quien reniegue de ellos «porque nosotros ya tenemos nuestros pasteles de arroz». Para mí no tienen nada que ver unos con otros más que en su forma. Sin declarar cuál me parece mejor, soy muy fan del pastel de arroz, el interior de cada uno es muy diferente.
No suelo escribir en el blog sobre franquicias pero en este caso he hecho una excepción. Sobre todo porque en las dos ocasiones que he comprado estos pasteles de Belém me han teletransportado a otros dos divertidos viajes de los que guardo un grandísimo recuerdo. Y esta vez sólo me ha costado poco más que un €uro y medio (dato por confirmar). Como bien reza el lema de NATA Lisboa… The World Needs Nata y Bilbao también, por supuesto.
NATA Lisboa
Plaza de San Nicolás, Casco Viejo (ver mapa)
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