Gusto por la cocina y devoción por la gastronomía. Dedicamos buena parte de nuestro tiempo a conocer todo lo relacionado con ella por ser unos apasionados del buen yantar, de los nuevos locales, de las tendencias culinarias que llegan de otros lares. Esta tendencia gana popularidad entre el público joven, quien hasta hace poco no había mostrado interés alguno al respecto.
El fenómeno foodie no nace ahora, se viene hablando de él desde mediados de los 80 cuando un pequeño pero caracterísitico grupo de la sociedad americana pretendió de escapar de las comida basura que despachaban ciertas cadenas. En Bilbao ya éramos un poco foodies antes de que existieran, aunque no le hubiéramos puesto un nombre. Somos un pueblo que sabe apreciar la buena mesa, vinculados al mar y la tierra, al producto de temporada. En definitiva, con cierta cultura gastronómica.
Un foodie no debería confundirse con un gourmet. Los gourmets son personas con gustos refinados y paladar muy entrenado que conocen los platos más sofisticados. Por el contrario, los foodies somos amateurs que nos dejamos llevar por el entusiasmo gastronómico. Tenemos un interés curioso por todo lo relacionado con la industria restauradora. Identificamos nuevos e insospechados lugares y restaurantes –uno de nuestros juegos favoritos– y siempre comemos aquello que se adapta a nuestro presupuesto y circunstancias. Otra corriente foodie es la que conecta con la cocina de amatxus y amamas, recuperando sus guisos y recetas o perfeccionándolas.
A esto han ayudado en buena medida los medios de comunicación, internet y las redes sociales con lo que actualmente es más sencillo estar informado acerca de este mundillo. Una de las necesidades vitales de los foodies es la de compartir sus opiniones y fotografías en las redes sociales. Por eso internet es una valiosa fuente para compartir sus reacciones.
Cualquiera con un paladar voraz de nuevas y apetitosas experiencias no puede dejar de visitar los descubrimientos y recetas de El Comidista de Mikel Iturriaga, el portal Plateselector o la revista Tapas Magazine. En un entorno local y a una escala infinitamente menor, existimos blogs como éste y otro puñado más, que ayudan a descubrir a los bilbainos los nuevos templos culinarios de la ciudad o recetas con las que poner las manos en la masa. La repercusión y el seguimiento de estos blogs no hacen más que confirmarnos que efectivamente Bilbao es ‘foodie’.
A través de esta infografía – que me ha enseñado a realizar Prakticando – quiero facilitaros ciertos locales, tiendas, restaurantes y bares que son especialmente relevantes en este fenómeno. No están todos los que son, pero sí son todos los que están.