Puede dar la impresión de poca actividad en las últimas semanas en este nuestro blog. Pero debéis saber que he estado trabajando duro en la sombra para llenarlo de contenidos en las próximas semanas. Paciencia.
Empezamos con una de las tiendas que ha empezado a ser imprescindible para abastecer mi caprichosa nevera de productos especiales, diferentes. El pasado mes de noviembre subió la persiana Black Label en la calle Askao, a cuatro pasos de la plaza Miguel de Unamuno. Un pequeño comercio que ha sido puesto en marcha por Mikel y Eriz, otros dos jóvenes que decidieron dejar sus puestos de trabajo por algo que les motivase.
No considero a Black Label una tienda de hamburguesas al uso, me parece que van un poco más allá. ¿Taller de hamburguesas? Sí, puede que esa autodefinición de su negocio sea más correcta. Porque el mostrador de Black Label cambia cada día de la semana con las obras que amasan a mano a diario.
Dice la Wikipedia sobre la hamburguesa: «Carne picada aglutinada en forma de filete cocinada a la parrilla o plancha, incluso frita u horneada». Parece simple y limitado, pero el abanico de posibilidades es inmenso. Cuatro variedades como punto de partida: vaca, potro, pavo, pollo de corral certificado (oiga) y sí, también tienen burguer veganas (desde 1,50 € a 2,50 € la unidad). Y a partir de éstas múltiples ingredientes, aderezos y especias que las hacen especiales.
Esto no es todo. Van cambiando, prueba y error hasta mejorar sus recetas e incluso ajustarse a las indicaciones de los clientes para que éstos puedan seguir a rajatabla su propia dieta. No se cierran en banda y se adecuan a esas condiciones: 150 gramos sin nada de grasa y especiadas para sigan manteniendo un instenso sabor.
No he perdido la oportunidad de probar bastantes de estas hamburguesas y confieso que me pirran las burguer de potro especialmente, además de la de pollo teriyaki a la que no es necesario añadirle ninguna salsa para apreciar sin distracciones su propio sabor. Para los reticentes a opciones veganas les recomendaría que las diesen una oportunidad. Están hechas con calabacín, zanahoria, cebolla, puerro, avena, pipas de girasol, anacardos y sésamo, además de sus especias. Si no las compras por auténtica convicción vegana, combinarla con una de carne le sumará puntos y además… ¡conseguirás una doble burguer!
En Black Label puedes encontrar otros productos para conseguir hamburguesas más completas. Hay unos ketchups franceses muy curiosos: de remolacha, de zanahoria y de tomate con pimientos Espellete, son de la marca PUR. Variedades de mostaza, confit de higos o de cebolla con trufa, vinagreta con naranja, mahonesa con toque de mostaza, salsa barbacoa con miel… Y para cuando no apetece cocinar, que por desgracia es a menudo, tienes algunos pecaditos más con los que tentarte: crema de bogavante, velouté de marisco, axoa de merluza, cassoulet de pato y algunas conservas más de sardinas o caballa. Para regar esa cena cerveza Perlforth y vinos La Sastrería y Monólogo.
Estos dos barbudos han llegado con ganas de comerse Bilbao y de que Bilbao se devore sus burguers. Tienen mucha ilusión, son amables y se preocupan de explicarte las particularidades de sus productos, además de preguntarte cómo les conociste (decidles que por este blog, guiño-guiño). A mí ya me han convencido y, por lo que vi hace unos días en vuestros comentarios de Instagram, a unos cuantos de vosotros también. Que siga la fiesta entonces.
Black Label Bilbao
Askao 27, Casco Viejo
