Muchas empresas eligieron el pasado fin de semana para celebrar la correspondiente comida o cena navideña. Con un par de meses de antelación decidimos el día y restaurante para evitar quedarnos sin mesa. A varios compañeros se les antojó comer txuletón así que añadí mi granito de arena para comentar que un buen lugar sería entonces El Arandia de Julen.
El Arandia de Julen es un restaurante del castizo barrio de Atxuri. Lo dice la bilbainada: «Y visten con elegancia la aristocracia en Neguri, pantalones de mil rayas, al igual que los de Atxuri». Cercano al Casco Viejo reunía las condiciones idóneas para continuar la parranda más allá del postre y los ‘cafeses’.
Gestionamos la reserva directamente con Julen, sukaldari jatorra y auténtica personalidad de El Arandia. Genio y figura desde el primer momento nos dijo que podíamos añadir alubias al menú que habíamos elegido, «pero eso sería una bacanaaaal». Y es que El Arandia de Julen es reconocido también por su buena mano con las indabak. Decidimos rechazar la oferta y dejarlo para otra ocasión.
El aspecto del restaurante es el de uno tradicional, tal y como la cocina que se practica en sus fogones. Nos sentamos con hambre en la mesa y pronto comenzaron a desfilar los primeros platos, de un ‘supuesto’ aperitivo: champiñones y morcilla. ¡Toma ya! Lo que nos espera. Correctos los txanpis y rica esa morcilla con un toque picante.
Entramos de lleno en el ‘menú Arandia‘ con blocs de foie casero acompañados de mermelada y unas tostas en las que poder untar. Un manjar para todos aquellos que adoramos este producto y huimos de esos patés de dudosa procedencia y calidad. Exquisito.
Se ve que apretaba el hambre cuando hablamos por teléfono con Julen por primera vez. Le preguntamos si podríamos cambiar sus ‘espárragos rellenos de verduritas‘ por unas croquetas. Nos contestó: «Yo no hago fritos ni mierdas de esas. ¿Qué os parece unos platos de jamón ibérico?» Fetén. Llegado el día nos sacó un platazo de jamón y chorizo ibéricos de esos que perduran en el paladar hasta que le das un trago a la copa del Viña Olabarri, un crianza de la Rioja Alavesa. Herido en su orgullo Julen nos sacó igualmente sus espárragos rellenos de verduritas «porque quiero que los probéis». Entraron bien y aportaron frescura, poco más.
Probablemente los langostinos a la plancha que continuaron vayan a ser los que más vaya a disfrutar durante estas navidades. Fiestas en las que vamos a pasar chupando y rechupando cabezas y poniendo el ácido úrico por las nubes. Pero esta vez, la primera, saben a gloria bendita. Tamaño generoso de producto y ración, fáciles de pelar y ricos de sabor.
Ahora sí llegaba el momento culmen del banquete: la txuleta. Me gustan asadores como éste que ponen hornillos para que cada uno podamos hacer la carne al punto deseado. Engrasamos la pancha para después ir añadiendo nuestros pedazos hasta dar volquete a esa txuleta de kilo y medio para cada dos. Una mirada hacia los lados y varios comentarios fueron suficientes para comprobar que la txuleta de El Arandia estaba gustando y mucho: una carne espectacular. Extraña entonces que este restaurante no sea tenido en cuenta a la hora de buscar un buen pedazo de carne, el gran tapado.
Claro que a estas alturas estábamos llenos, pero al cuerpo hay que entrenarlo para los días que llegan. No pudimos rechazar el postre. La semicuajada o erdi gatzatua nos la describieron las camareras como ‘erdi natillas – erdi goxua’. Y allí que me cogí la cuchara sopera y le dí un buen baile a la taza. Ligeramente tostado el azúcar en la superficie y unas bocadas de frescor y dulzura para dar por concluida la comida. Nadie ha hablado de bebida, continuaron unos cafés para espabilar y unos gintonic para digerir.
En éstas salió a saludarnos el sukaldari Julen, que se confirmó como un tío jatorra y preocupado por que no nos hubiéramos quedado con hambre. ¿Hambre? ¿qué cojones hambre? Si a alguno hasta nos recordó al famoso menú de ‘Ocho Apellidos Vascos’… Oso ondo Julen, eres un fenómeno. Sigue a lo tuyo y continua con la cocina de nuestras amamas y amatxus:porrusaldas, alubias y sopas de pescado de las que también he oído hablar maravillas. Estas delicias gastronómicas no se pueden perder. Unanimidad en el gran homenaje que nos habíamos dado e incluso dispuestos a repetir más veces. No te he dejado un comentario en Tripadvisor como nos pedías, pero te he dedicado una reseña en Alma Botxera que es mucho mejor. Aupa tú!
Menú Arandia: 50 € + iva (pan, vino y agua incluidos)
El Arandia de Julen
Plaza de la Encarnación 10, Atxuri.
Teléfonos reservas: 944.331.086 y 615.796.813