Quien a estas alturas no conozca el Baobab es que acaba de regresar de la luna o algo similar. A nadie se le escapa que este bar-tetería es uno de los locales de referencia entre una juventud venida a menos. No hay día que puedas encontrártelo vacío, mucho menos un jueves de esos en los que se convierte en un hervidero de gente, en parte gracias a su recurrente eurocaña.
Cuando escribí por primera vez acerca de Baobab llevaba pocos meses abierto y aún no habían descubierto todas sus cartas. En este pequeño bar de Ripa no dejan de sorprender con una programación muy completa para las posibilidades que a priori tiene. Conciertos, sesiones de djs, varias exposiciones e incluso un festival de cine con las mejores-peores películas que ha brindado internet. El pasado año ya tuvimos ocasión de disfrutar de un completo brunch al que, hilando fino, bauticé como ‘baobruntx‘. Es reciente la celebración de su tercer aniversario convirtiendo un domingo cualquiera en todo un eventazo: dos acústicos memorables, sesión de swing y comida gratis para los allí presentes.
En esta dinámica de no parar de innovar, el antibareto se transforma en restaurante para ofrecer un viernes al mes auténtica comida senegalesa a todo el que se acerque a este rincón del muelle. Tuve ocasión de asistir a la primera edición de este banquete y la experiencia fue tan gratificante que quiero compartirla con vosotros.
Zuri y Alu, responsables de Baobab, no quisieron dejar ningún detalle al azar, por eso mismo cada mesa lucía un mantel con coloridos motivos que recordaban al continente africano. Vajilla de estreno y todo dispuesto a que los primeros comensales fuéramos llegando. Debo admitir que no conocía absolutamente nada de la gastronomía típica de Senegal, así que la experiencia aún sería más sorprendente.
El menú constaba de un entrante a compartir, un plato principal, postre y bebida por 12 €, un precio acorde a los de otros restaurantes. Compartimos en primer lugar una ensalada de berza y algún otro vegetal difícilmente identificable con la suave salsa de yogur que le acompañaba. Un generoso entrante que entró como la seda, fresquito.
La gastronomía de Senegal está influida por países como Francia, Portugal y otros del norte de África. Era el turno de uno de los platos nacionales de Senegal: Thieboudienne o Ceebu jen, pescado marinado acompañado de verduras y arroz. La propuesta de Baobab era una bandeja de un arroz muy menudo con una dorada acompañada boniato, zanahoria, berza y berenjena. Eramos dos personas, repetimos varias veces y siguió sobrando. Alu es el mismo que come migajas y se queja de que tú no comes nada. Se ríe y admite: «En mi familia si cocinan para tres hacen comida para diez», aquí no pasa hambre ni el tato. Por suerte alguien paró los piesa Alu y se occidentalizó el banquete: «En mi país se pone el plato en medio y lo comemos con la mano».
Como broche final y escaseando los centímetros cuadrados de nuestros estómagos nos acercaron el postre. Consistía en un brownie de chocolate con topping de jengibre. Imposible que alguien se marchase con hambre del Baobab aquel día.
Deben de estar contentos con el estreno de esta inicativa, contamos al menos a 25 personas degustando la gastronomía de Senegal. Algunos incluso encontraban hueco en la propia barra para almorzar. En las próximas ediciones se irán cambiando los platos y habrá atractivas propuestas: yassa, bassi-salaté, lait-caillé, tio-gio, maafe (pollo o cordero, ternera con vegetales en una salsa de cacahuetes). Gracias Wikipedia por ponerme los dientes largos.
Si os ha picado la curiosidad y os apetece probar algo que dudo ofrezcan en otros restaurantes de Bilbao deberéis de estar atentos a la programación que Baobab va publicando a principios de mes en su página de Facebook. Una recomendación de A.B.: «Id con hambre».
Baobab
Calle Principe 1, esquina muelle de Ripa.
Teléfono para reservas: 946 534 115