Me vais a permitir el atropello de saltarme la norma no escrita de tratar asuntos relacionados con Bilbao y su entorno. Pero creo que la información que traigo puede ser de interés para aquellos que soléis acercar a Madrid. Hace unos días visité la capital con no otro objetivo que cenar en el StreetXO.
A riesgo de recibir una ducha de frustración por el halo mediático que rodea a este restaurante y su chef, nos plantamos en la pudiente calle Serrano, milla de oro. En la séptima planta de El Corte Inglés se encuentra la Gourmet Experience, el área donde incluso las niñas que portan bolsos Gucci harán cola para acceder a StreetXO. Mientras tanto nuestros morros se dan de bruces con la heladería Rocambolesc de Jordi Roca (El Celler de Can Roca). No hay nada como ponerse en lo peor como para que esperar una hora te parezca un juego de niños.
Ya dentro del local aún tendremos que esperar unos minutos a que se libere un espacio donde acomodarnos a las cinco personas. No fue inconveniente pues aprovechamos a compartir tres de los cócteles de StreetXO, otro de sus atractivos. Sobre todos ellos destacó el copón DiverXO Madriz: una mezcla de agua de jazmín, vinagre de coco, jengibre… y flores de pensamiento (13,5 €). Con muchísimo mejor sabor y olor de lo que parece a priori. Por los otros no hubo tantas peleas:
- Acidulados secos, escabeche de vodka, arándanos y aceto balsámico y… ¡¡¡ petazetas rojos!!! (12 €)
- ¿A qué huelen las nubes en Goa? (nube de algodón rojiza y azulada, densa, dulce y ácida, kalamansi y azúcar etéreo al cardamomo). (11,50 €)
Disfruté tanto o más que un niño en un parque de atracciones durante la espera. Cartelería y diseño gráfico por todas las esquinas, cabezas de animales con escafandras, mucha luz y color… Los comensales se reparten por la barra mientras al otro lado los cocineros danzan con camisas de fuerza sorteando compañeros y fogonazos. Elaboran los platos delante de los clientes espectadores mientras atruena la música. El barullo es mayúsculo pero… ¡eh! Esto es street food, comida callejera que encontraríamos en Hanoi, Seúl o Shangai con cientos de ciclomotores pegando bocinazos sin ton ni son. Si buscas una velada tranquila, siento decepcionarte, no estás en el sitio correcto.
O bueno, quizás sí lo estés. Nos ofrecieron cenar en una de las mesas de su terraza, bajo el cielo de Madrid y con un ambiente menos bullicioso. Y lo aceptamos porque ya nos dio tiempo a tomarle el pulso a StreetXO y su canallismo. Llegaba el momento de zambullirnos en la cocina transgresora y castiza de Dabiz Muñoz, el chef de la cresta.
Salvo excepciones los platos suelen ser piezas individuales, generalmente tres, a las que pueden añadirse unidades extra. Nosotros nos decidimos por éstos:
- ‘Dumplin pekinés: oreja confitada y hoisin de fresas, alioli y pepinillos’. Puro arte abstracto, el plato que más luce y por consiguiente el más fotografiado por instagramers. Es dificil explicar el batiburrillo de sabores de estas jugosas empanadillas, pero puedo confirmar que podría pasar toda la vida comiéndolas. (tres piezas 14 €, pieza extra 4,5 €)
- ‘Lasaña koreana de wonton y vaca vieja gallega con shitakes. Tomates escabechados picantes, bechamel de cabra-cardamomo‘. Muy especiado, con diferentes texturas y a cucharadas, pero fue el plato menos valorado de los que probamos. La competencia fue feroz. (ración 16,50 €)
- ‘Saam’ de panceta ibérica a la brasa, condimento de mejillones escabechados, shitakes encurtidos y salsas sriracha y tártara. Fue divertido montarse uno mismo este rollito de origen coreano. La base era una hoja de lechuga ¿iceberg? a la que añadir menta, cilantro, las salsas y esa pancetita asada a baja temperatura durante 12 horas. Pooooooor favor… ¿cómo no va a estar rico eso? La foto no ayuda, pero es que el plato se queda frío. (tres piezas 16 €, pieza extra 5 €)
- ‘Nem vietnamita de pato y sashimi tibio de gambas blancas con agridulce de chiles y alioli cremoso’. De-li-cio-sos dos bocaditos que se auparon en el top de la cena. Aquí sí que más de uno babeará con la foto. (tres piezas 20 €)
- Croquetas ‘La Pedroche’… kimchi, leche de oveja, atún y té Lapsang Souchoung. Nunca más volveré a mirar a la de Vallecas de la misma manera. Será una croqueta bailando entre bambalinas, una croqueta haciendo yoga. Supercremosas, tan líquidas por dentro que me cuestiono infinitamente cómo pudieron llegar a manipularlas. Sabor tan exquisito como indescifrable y sobre ellas sashimi de atún y un toque ahumado previo a servirlas: humo, fuego y ahumados. Gran homenaje del Xef a su amada. (cuatro piezas 19 €, pieza extra 5 €).
- Brioche Singapore XO, los minipanes chinos espolvoreados fueron lo más flojo de toda la cena. Totalmente prescindibles y nada económicos. (6 €, tres piezas).
Hiperexcitados, como quien se ha cogido el puntillo, con una sonrisa que no nos cabía en el gepeto y suspirando de la gran satisfacción que supuso esa cena en StreetXO. Aún seguíamos en la calle Serrano, ya a pie de calle, con una rotunda unanimidad de que aquello había merecido la pena. Y esa sensación es estupenda. A pesar de los morros a tener que hacer cola y teniendo que rascarse el bolsillo, pero esos sabores no los encontramos aún en Bilbao. La cena nos salió a 41 € por barba, incluyendo bebida y cócteles. Nos favoreció que fuéramos cinco personas porque yendo dos y probando unos cuantos platos la cuenta puede salirte por un pico si además pruebas algún cóctel.
StreetXO es un éxito en Madrid por razones gastronómicas, en el Mayfair londinense no está teniendo la misma suerte. Probablemente fue favorecido por la difusión en los medios, pero también perjudicado al dejar al descubierto las malas formas del ‘crestas’ con sus compañeros. Amado por unos, odiado por otros muchos. Yo lo recomiendo con los ojos cerrados.
StreetXO
Calle Serrano 52, Madrid.
El Corte Inglés – Gourmet Experience (7ª planta)
No admite reservas | 13:30 a 16:00 y de 20:30 a 23:00 todos los dias de la semana.