Como comentaba en el anterior post, el viernes tuve que trabajar por la mañana habiendo dormido escasas tres horas. Un café doble cargadito de cafeína ayudo a pasar las primeras horas. Aquella mañana los minutos tenían 90 segundos. Pero tras el suplicio de tener que trabajar con la pulsera en mano llegó una siesta recuperadora para continuar con el festival.
Llegué a la segunda jornada alrededor de las 19:30 habiendo tenido que elegir entre esa siesta o los apatecibles conciertos de Chet Faker y The 1975. Era vital recobrar fuerzas y, casualidad o no, sonaba el tema ‘Recovery‘ cuando llegamos al tramo final del concierto de Frank Turner & The Sleeping Souls. La concurrida asistencia era la justa y necesaria para poder ver el concierto a gusto.
Había que ir poniéndose a tono así que nos acercamos a la barra para pedirnos un par de katxis de cerveza. A pesar de que en estos últimos años no se han incrementado los precios, los mismos siguen siendo desproporcionados. Menos en refrescos y agua pero los katxis de cerveza y kalimotxo a 8 € y los de cubata a 16 € es un escándalo. No me extraña que la gente hiciera flexiones o se peleara por chupitos de Jägermeister.
foto: Alma Botxera
Bastille era uno de los platos fuertes de la jornada del viernes. No es un grupo que siga habitualmente más allá de sus temas más conocidos como ‘Pompeii’ (video) y ‘Of The Night’. Para algunos como @Kallerwriter «Bastille, banda adolescente». Lo pasamos bien durante el concierto, en un abrir y cerrar de ojos nos vimos rodeados de una veintena de guiris de Stoke dándolo todo con curiosos estilismos. ‘Of The Night‘ fue el culmen de este concierto con todo el público botando al ritmo del remasterizado tema de eurodance.
Nuestra estrategia fue escapar un par de canciones antes de que acabara el concierto para llegar con el tiempo suficiente como para coger sitio en la carpa Sony. Allí actuaría IZAL, banda española que está reventando taquillas allí por donde pasan. Coincidía a la vez que el hawaiano Jack Johnson (vídeo) al que también me hubiera gustado ver pero habiéndolo disfrutado en ediciones anteriores la decisión fue relativamente sencilla.
IZAL hizo que la carpa se quedara pequeña a pesar de tener capacidad para 8.000 personas. Los esperábamos con muchas ganas y desde que salieron hasta acabar el público coreó todos y cada uno de sus temas. ‘Qué bien‘, ‘Asuntos delicados’, ‘Pánico Práctico’ y mi favorita ‘La Mujer de Verde’ hicieron que todos botáramos tanto que el suelo parecía ser una cama elástica. Los camareros tuvieron que agarrar botellas porque la carpa se venía abajo. No es una bilbainada, podéis comprobarlo en este vídeo. Fue tal el éxito de Mikel y los suyos que me la juego a que serán habituales en este festival. El escenario 2 no se les hubiera quedado grande, lo hubieran merecido.
(Youtube de Oskar Azanza)
Una de las pegas que ha podido tener esta edición ha sido ceder horarios punteros a grupos un poco ‘sosetes’. Nosotros optamos por dedicar el concierto de Foster The People a cargar pilas sentándonos un rato mientras escuchabamos el concierto y comíamos un bocatilla. Desde la lejanía identificamos y tarareamos ‘Coming Age’ y ‘Pumped Kicks’ (video)
Llegó el momento del cabeza de cartel más discutido de la edición: The Prodigy. Repetía en el festival con esta condición cuando ya lo había hecho como uno más del cartel. No es particularmente el estilo de música que me gusta pero he de reconocer que fue un concierto cañero y con sobrada energía en el que me lo pasé muy bien.
Tras este concierto intentamos ir a la carpa para volver a ver un concierto de El Columpio Asesino pero estaba a rebosar, fue imposible. La gente lo petó cuando sonó ‘Toro’. Mientras tanto en el escenario dos había poquito público viendo a unos Palma Violets que sonaban bien y atizaban la batería hasta destrozarla por completo.
Al día siguiente no había que trabajar así que intentamos alargar un rato más la noche. Pasamos por la stand de VANS con un público muy entregado a la electrónica mientras el staff tiraba al aire zapas para quien las pillara. En la carpa grande Baio también pinchaba electrónica. Oh sorpresa! tras la carpa se ha ampliado un espacio con una ‘mojito bar’ y el Red Bull Studio donde Clip! también pinchaba electrónica. Bonito panorama bajo los arboles del monte Kobetas pero tres ofertas de música electrónica a la vez me hicieron añorar aquellas noches en las que sonaban los clásico del rock a cargo de Daniless, Nasty Mondays.
No nos gustó el panorama y decidimos cerrar la segunda jornada a eso de las 3:30/4:00. Tampoco lo habíamos hecho mal y aún quedaba la tercera y última jornada.