Aún resisten algunas de esas tabernas que ven cómo pasan los años mientras a su alrededor abren otros bares, más nuevos, más modernos, más altos, más guapos, como aquel chico nuevo de clase. Pero si os dais cuenta los que aguantan tienen motivos de sobra para hacerlo, tienen un valor añadido que otros no tienen. Mientras se abren Foster’s Hollywood, Txokos de La Mary, Tagliatellas y otras trampas para turistas… en las calles del Perro, Jardines y Barrenkale lucen canas, elegantes como Clooney, bares como el Rio-Oja, Rotterdam, Urbieta, Amboto, Iñakiren Taberna, Saibigain y la bodega de Joserra.
En esta ocasión traigo al blog un miembro más de esta resistencia contraria a las moderneces y afín a la cocina tradicional. La Taberna Basaras ya formó parte de aquella ‘Ruta de pintxos por el Casco Viejo’ que tantas visitas va recibiendo, por turistas y otros bilbainos que quieren dejarse aconsejar.
A la Taberna Basaras le ha tocado jugar con un handicap un tanto incómodo. Y es que no se encuentra de lleno en las calles más transitadas: Santa María, Jardines, el Perro… y a no ser que sepas de él es improbable que caigas por fortuna allí mismo. No está lejos, ni mucho menos. Se encuentra en el número 2 de la mismísima calle Pelota, a escasos metros de la Peña Athletic.
Ocho años atrás quien llevase la gerencia de aquella taberna vió a bien poner punto y final a aquella aventura. Para entonces aparecieron Pepe y Bea para embarcarse en otra detrás de aquella barra. Mantuvieron la solera natural del bar y en sus paredes fueron colgando cuadros en forma de trofeos. Son muchos los ilustres personajes que visitan Taberna Basaras. Hace bien poco el chef Josean Alija (Nerua), un asiduo, incluía este bar entre sus imprescindibles de la villa. Allí se llevó al equipo de Masterchef al completo y al periodista José Ribagorda. Os entretendréis con su ‘hall of fame‘ viendo a Bea sonriendo junto a los Zubizarreta, Juan Echanove o el ya fallecido Aitor Mazo. Pero es la foto de esa estirada del ‘Txopo’ Iribar la que da auténtica clase a la taberna.
¿Y por qué demonios van al Basaras todos ellos? Sin duda por su producto estrella, la anchoa. Bea las prepara después de comprarlas al salazón en Santoña, después las soba o elabora a mano. Limpia sus espinas, las recortar y pone en aceite. Un curro bien majo que quita más tiempo del que puedas imaginar, pero… ¡Ay ama! ¡Cómo merece la pena! ¡Qué sabor! Te las servirán en una rebanada de pan y una fina tira de alegría riojana (1,80 €).
No debes confundirlas con las ‘traineras’ que verás en barra los fines de semana: una base de jamón y queso, bordeada con una suave mayonesa, otro tipo de anchoa del Cantábrico y alegría riojana. De su cocina salen calentitas anchoas albardadas, croquetas de bacalao, merluza rebozada, empanadillas de atún y jugosas tortillas.
Los txikiteros se toman la penúltima en el Basaras porque goza de una excelente bodega. De ello se encarga el cachondo de Pepe, un tío casta que se ha dedicado unos cuantos de años a eso del vino. Le verás allí a partir del jueves, mientras tanto de la faena tras la barra se encarga Iñigo. Allí los txikiteros también pintxarán algo ¿qué creéis? ¿que no? Gildas, bocadillitos de chorizo o jamón y tradicionales banderillas o bilbainitos, como por lo visto los empezó a llamar el excelentísimo alcalde Azkuna. Me cuesta más verlos con la txapela a medio lado mientras comen un sandwich o tostas con jamón.
Una vez leído todo esto puede dar la impresión de que cuando pises Taberna Basaras estarás rodeado de la cuadrilla de tus aitites. En cambio he de decirte que es habitual ver cuadrillas de jóvenes que también sabemos apreciar el buen producto. Si la visita la haces el fin de semana no debes irte sin beber unos de sus vermús preparados.
Hasta aquí mi misión, la de descubrir las joyitas escondidas que incluso muchos bilbainos aún desconocen. Nos vemos en Basaras, probablemente con la sonrisa natural que sale tras degustar una de sus anchoas. On egin cuadrilla!
Taberna Basaras
Pelota 2, Casco Viejo