En una nueva ocasión nos plantábamos delante de los escenarios, esta vez en la segunda edición de BIME. La feria de la industria musical nos sirve su plato fuerte con más de cuarenta conciertos repartidos en cuatro escenarios. Para los que somos carne de festival el BIME es nuestra metadona para que la espera del Bilbao BBK Live sea lo menos dolorosa posible.
El entorno dista mucho de Kobetamendi, en este caso los conciertos se celebran en los pabellones del Bilbao Exhibition Centre (BEC). Lugar que nos asegura no depender de la meteorología pero que implica que el sonido de los conciertos se vea en cierto modo afectado. En mi opinión no le vendría mal algún espacio donde poder recobrar fuerzas y poder sentarse durante un rato.
Jornada 31 de octubre, viernes.
Mi jornada comenzaba directamente en el concierto de la irlandesa Imelday May en el escenario principal. La irlandesa y su banda atrejeron a numeroso público, entre él un público femenino claramente identificable por su look rockabilly. Ya anunciaba en facebook que tenía preparado su disfraz para la noche de Halloween y no defraudó. Imelda de vampiresa y su banda compuesta por un fantasma, carnicero, monje y miembro de la naranja mecánica pusieron el rock and roll y rockabilly para presentarnos su último album, Tribal. A pesar de ser el día de los muertos cantaba aquello de «It’s good to be alive» y el resto movíamos la cadera.
Con el Fuel Fandago el mismo comentario fue generalizado y es que el dúo fue relegado a tocar en el escenario teatro. Los asientos no fueron impedimento para un público que dejaba la grada insuficiente y se veía obligada a verlo desde los pasillos. La fusión del electro-flamenco y la energía que derrochaba la cordobesa fue suficiente para corroborar esta tesis. Para mí por fin la ocasión de poder disfrutarlos tras no ser posible hacerlo en la carpa de Kobetamendi. Disfrutad de este ejemplo «Always Searching» en vídeo.
La diva de Ohio, Macy Gray se subió al escenario envuelta en una boa tras una tarde compartiendo con sus seguidores su visita al Guggenheim y cuestionando su arte una vez dentro. Presentó al numeroso público su último album «The Way» con las tablas que una gran artista maneja y consiguieron que tararearamos «Bang, bang, bang» y «I try». Una pena perderme el cover «Creep» de Radiohead. La ‘soulera’ se marcho del escenario no sin antes hacerse un ‘selfie’ con el público.
Me presenté delante de los Basement Jaxx sin grandes expectativas (where is your head at?) para acabar bailando y pegando botes de principio a fin de concierto. El house y electrónica de los británicos no vino sólo, fletaron un avión con rollizas y coloridas negrazas, coordinadas orientales, voces varoniles profundas y una ágil joven dispuesta a plantarse un ‘twerking’ delante del respetable. Un show que nos dejaba boquiabiertos y esbozando una sonrisa. Para mí, el concierto más divertido de todo el festi.
Mis gustos musicales suelen acercarse más al rock que a otros estilos por lo que Placebo era para mí una de las citas más apetecibles. Pronto sonaron los acordes de «For what it’s worth» y yo corriendo para buscarme un hueco decente. Se empeño Brian Molko en encasquetarnos su último trabajo «Loud Like Love» y fueron «Too many friends, to many people» la que echaba en falta temas clásicos como «Special K». Con esta batería de conciertos di por finalizada mi jornada inaugural.
Jornada 1 de noviembre, sábado.
La segunda jornada comenzaba algo más temprano. Teníamos la intención de ver de nuevo a La Maravillosa Osquesta del Alcohol tras su participación en la carpa del Bilbao BBK Live. El sexteto de Burgos se mostró nuevamente agradecido de poder presentar su propuesta esta vez en BIME. El acordeón, saxofón, banjo y mandolina trajeron al pabellón sonidos de folk, blues, country y rock and roll. La copiosa audiencia ya sabe acompañar temas como «Amoxicilina», «Quién nos va a salvar» y «Los hijos de Johnny Cash».
Y es que el BIME sí que es un festival ecléctico en el que en una misma tarde disfrutar de diferentes estilos musicales. Era el turno de The Coup del que leí buenas críticas en su concierto esta misma semana del Kafe Antzokia. El funk y hip-hop de los californianos con el saltimbanqui Boots Riley a la cabeza dieron a la tarde un empuje para quien dudara de una jornada animada. Su temas me recordaron en cierta medida a los de Rage Aginst The Machine, salvando las distancias claro.
¿A quién quieres más? ¿A papá o a mamá? Pues eso es lo que ocurre en un festival que ofrece varios grupos a los que te gustaría ver a la misma hora. Ante la vicisitud de elegir entre The Orwells y Señores opté por apoyar a nuestros vecinos una vez más. El escenario 3 congregaba innumerables amigos de la banda y otros tantos que querían escuchar a la banda presentar una vez más su «Curso práctico de autoestima» con temas para ir a la playa incluidos.
Tres pasos a la izquierda y ya estábamos en el escenario 2 para ver el concierto de una de las bandas que inauguraron el Bilbao Live Festival hace ya 10 años. Los suecos Mando Diao no tuvieron competencia en la programación así que el pabellón estuviera hasta los topes. Temas eurovisivos y eternos como «Gloria» hicieron impacientarse a cierto público que más tarde botaría con «Dance with somebody» (video) y cerraría el concierto con «Black saturday».
La organización volvía a tirar unos The Kooks que el que escribe disfruta más en su sonido del álbum que en el del directo, sobre todo en «Junk Of The Heart«. Aún así la sensación general de los ‘bimers’ que percibo fue más que satisfactoria. Ante la propuesta instrumental de Mogwai opto por descansar piernas y dulcificar mis oídos con los temas del cantautor Billy Bragg y su banda. La grada repleta y muchos coreando más de un tema. Más tarde me enteré que había colaborado en algún proyecto con una banda de las que aprecio, Wilco.
The National amenazaba a la noche y muchos se preguntaban si sería necesario una almohada para su concierto. Ninguna otra alternativa a esa misma hora. Alguno ya avisaba que en el Primavera Sound del que también fueron cabeza de cartel animaron el concierto dándole más ritmo. Había que ser muy fan de Matt Berninger para engancharse a ese concierto. Solamente pude lograrlo con «I should live in Salt», «Don’t swallow the cap», «Demons» y por supuesto un «I need my girl» (video) que provocó abrazos y achuchones parejiles. Si es que aún quedan algunos románticos.
La andrógina pelirroja La Roux se encargó de levantar el ánimo al personal con el electropop de «Bulletproof», «Sexoteque», «In for the kill». Sus deslizantes bailes sobre la pista nos contagiaron de tal manera que nos animaramos a continuar la noche en el concierto de Holy Ghost! como acompañamiento a nuestros últimos katxis de cerveza y puesta en común del festival con todo el que nos íbamos encontrando, no fueron pocos. Increíble la gran comunidad que se va formando en torno a estos eventos.
Es muy loable que Delorean consiga que miles de personas aguante todo y más por verles en acción pero aquella electrónica ya era demasiado para mi. Nos despedimos de un festival de otoño ecléctico que nos calma a la espera de la propuesta veraniega. Un BIME que ha crecido congregando a 20.000 personas cuando en el año de estreno lo hacía con 4.000 personas menos.
¿Y qué nos queda ahora? Esperar a que en estos próximos días conozcamos los primeros nombres que Last Tour anuncie como primeras bandas para el Bilbao BBK Live. Con eso calentarnos y empezar a comprar nuestros bonos para no faltar a la cita de Kobetamendi.
Agradecimientos a Andoni Ortiz de Guinea por sus videos. Podéis disfrutar de todos los que hizo en BIME Live en el siguiente enlace (23 videos disponibles)