De entre todas esas nuevas aperturas de bares y restaurantes durante el último año en el Casco Viejo, destaca una sobre el resto. Frente a las cadenas localizamos un negocio con alma que ha abierto sus puertas para darle sentido a una lonja que lo tenía todo para triunfar pero nadie llegó a conseguirlo.
A los pies de la torre de la catedral de Santiago, hace esquina entre la calle Correo y Cinturería un bar que ha llenado de encanto el equipo de Baster. De por sí es un curioso edificio, pero a través de sus cristaleras se adivinan decenas de bombillas colgantes que atraen las miradas de los más curiosos, autóctonos y foráneos. No hay más que sentarse mientras tomas el café para comprobarlo.
El bar lo llevan Jon y Lluis con la ayuda de Nerea y el último fichaje que recién se ha incorporado a la familia Baster. Desde mi primera visita pude comprobar ingredientes que creo fundamentales para que un proyecto de este tipo funcione: ilusión, ganas y simpatía. Y eso el cliente lo va a captar desde el primer momento.
Baster es un bar coqueto y aunque de pequeñas dimensiones sabe defenderse bien en espacios reducidos. Recibe mucha luz natural a través de sus cristaleras que complementa con las bombillas colgantes que lo hacen característico. También ayuda a ello el mural de fondo negro e ilustraciones de la artista Ana Roca. Cuenta con tres mesas altas y banquetas amarillas en las que disfrutar del día a día del barrio histórico mientras tomas un café. Te lo servirá Jon, magistralmente y sin sobrecoste.
En el apartado gastronómico Baster hará babear a cualquiera que se acerque a su barra. Lluis es el encargado de darle vida y transformar su amor por la cocina en los bocados de quien les visite. Un barra fija compuesta de bocadillos de bonito y guindilla, de jamón con tomate, quichés de diferentes sabores y brownies en su versión mini. Lluis prepara en escasos minutos pequeñas tortillas individuales recién hechas, tostadas con mantequilla, miel o mermelada e incluso pa amb tomaquet. El pan se lo surte Bizkarra.







La cabeza de Lluis no deja de trabajar y dependiendo del día puede sorprenderte uno de los mejores sándwiches que hayas probado en los últimos años o una versión nueva de la escalivada tan típica del Mediterráneo. A la mínima va a dejar que afloren las influencias de la cocina de su tierra, Catalunya. También tienen pintxos de los nuestros: gildas y un clásicazo como el de huevo cocido, gamba y mayonesa. Se proveen en La Quesería (calle Jardines 10) para ofrecernos tablas de quesitos variados, raciones de croquetas, crazy patatas bravas y productos de temporada. Los findes y festivos Baster es una opción más para gozarla junto a un vermut Yzaguirre preparado y unas rabas. Si el ‘veroño’ se alarga y sigue luciendo el sol podrás disfrutarlas bajo el toldo de su terraza.
A mí me tienen ganado, si siguen manteniendo la misma ilusión que hasta ahora mantendrán a una clientela que agradece una sonrisa, una conversación y bocados con un sabor auténtico. Te animo a que te acerques, tomes asiento y disfrutes de la música de los Mumford And Sons mientras desayunas en el corazón de lo que hoy es Bilbao.
Baster
Calle Correo 24, Casco Viejo (ver mapa)
Teléfono: 944 07 12 28