Autor: Alejandro Fdez. Aldasoro
Alejandro Fernández Aldasoro nació en el mismo centro de Bilbao en 1970 pero ha vivido en Donostia durante los últimos 23 años, bastante cerca de la playa, con lo cual ha ganado en calidad de vida pero se ha vuelto un blandengue. Allí ha trabajado como redactor creativo en distintas agencias de publicidad. Ahora se ha mudado a un pueblo de la Gipuzkoa profunda que, como todo el mundo sabe, es un pleonasmo, y viste cada día ropa de monte de las mejores marcas. Además de dos libros gamberros sobre las aventuras de "Asaltamontes" y un libro de relatos, "Aversiones", ha publicado tres novelas: "Un viajante", "Tal vez sea suficiente" y "El oso Ondo", las tres finalistas del Premio Euskadi.
La novena del Athletic
Muy mal se tiene que dar para que tras casi 40 años no ganemos de nuevo la liga. Lo analizamos con la rigurosidad y la objetividad que merece.
Bielsa y el encuentro con la propia sombra
El argentino da el sí a una de las candidaturas que se presenta a las elecciones del Athletic y se convierte en el reactivo de un test sobre la verdadera naturaleza del club.
Aburridos del Athletic
El club rojiblanco está metido en un círculo de repeticiones cuyo final siempre es el mismo: un juego previsible y tedioso, una afición desilusionada y un entrenador quemado en poco más de un año. Tal vez la única forma de salir de ese debilitante circuito sea instalar una nueva mentalidad, en todos los ámbitos.
¿Dónde están los nueves asesinos?
De la cantera vizcaína de fútbol salen defensas, salen carrileros, sale algún centrocampista pinturero que otro y salen porteros para parar un tren. Pero llevamos más de treinta años sin un delantero centro decente. ¿Por qué? Esta es la hipótesis: el gol hay que sufrirlo fuera del campo.
El Athletic y el pesimismo defensivo
La temporada que viene será más y peor. Hasta qué punto será peor dependerá mucho de nuestra capacidad como club de abandonar cuanto antes autoengaños lesivos y eslóganes masturbatorios y de ver las cosas tal y como son.
El calzoncillo del Athletic
A nada que analices sus servidumbres, ser hincha de fútbol no es una cosa de la que uno debería estar demasiado orgulloso. Se pierde más de lo que se gana. Y linda con la tara mental. ¿Pero qué puedes hacer? Nada.
