Hace unos días los satélites se alinearon y se volvió a repetir una situación que no se daba desde ‘long time ago’. Nos encontrábamos mi mujer y yo solos un viernes y sin ningún plan. Y como no había nada planificado hubo que pensar en algo: ¿Dónde cenaríamos esa noche?
Hicimos un primer intento en un nuevo restaurante del que hemos oído buenas críticas pero sin reserva nos fue imposible. Y fue buscando una alternativa cuando caímos en que teníamos pendiente otro restaurante de reciente apertura. A escasos metros y en la misma calle que mi bar-tetería favorita (Baobab) se encuentra un restaurante mexicano: AL TXILE.
AL TXILE es el nuevo negocio que han abierto los dueños de la Takeria TXOKO-MEX de Barrenkale. Según nos comentaba sus dueños querían un nuevo estilo donde la gente pudiera sentarse a comer o cenar tranquilamente. El restaurante no es demasiado grande y al llegar sin reserva ‘se vieron obligados’ a sentarnos en dos sillones de salón. Les recomendaría que no le vieran pegas a ese lugar pues a mí me pareció perfectamente válido y para nada incómodo.
El ambiente en el restaurante era un tanto festivo pues se celebraba un cumpleaños. A esa y el resto de mesas, en su mayoría de parejas, se nos acercaban un par de mariachis cantando rancheras de sobra conocidas por todos. En nuestro caso esa que dice «Con dinero y sin dinero […] pero sigo siendo el reeeeeeeey»
Nos acercan la carta y decidimos elegir platos típicos de la cocina mexicana. De antemano entendíamos que los precios de los nachos nos parecían un poco caros y aún así quisimos probarlos. Para compartir elegimos una ‘enchilada de pollo con salsa roja’ y unas ‘fajitas norteñas’ (elegimos de ternera). Como amantes de la cerveza que somos, dos clásicos mexicanos: Coronita para ella y Pacífico para mí. Seguramente podríamos haber profundizado más en la carta pero preferimos dejarlo para próximas ocasiones.
Llegaron los nachos que puedo asegurar que no eran de bolsa. Cada uno tenía un color y forma diferentes, es posible que sean los nachos más cercanos a la receta original que haya probado. Vinieron acompañados de queso, guacamole y un plato con al menos cinco salsas picantes diferentes. A pesar de todo me parecieron sosos, algo que se repetiría una vez más. Aprovecho para agradecer al camarero que nos indicara que una de las salsas era ‘quizá demasiado picante’.
Los platos principales llegaron a la vez. Por un lado la enchilada de pollo con salsa roja, por otro las fajitas de ternera. Ambos coincidimos en que la enchilada estaba muy sosa y seguramente con una pizca el plato mejoraría porque el pollo estaba tierno y jugoso. Las fajitas de ternera acompañadas de queso gratinado se nos presentaban en una fuente. En una cesta estaban las tortillas para que uno mismo pudiera montárselas. Este plato estuvo bien rico.
Rara vez rechazo un postre y nos dejamos aconsejar por el camarero. «Está bien bueno» dijo refiriéndose al ‘buñuelo mexicano’. Iluso de mí me imaginé un buñuelo tradicional antes de que me llegara una torta de trigo frita con canela, nuez, cajeta (dulce de leche) y un helado de vainilla. Una nueva experiencia, interesante.
Conclusiones: En el restaurante, al estar dirigido por personal mexicano, tienes la certeza de que estás comiendo algo auténtico. La atención y el servicio fue rápido, amable y correcto. Si lo comparo con la takeria TXOKO-MEX me parece que aquellos tacos y burritos son más sabrosos. Espero que esa falta de sal fuera un caso excepcional. Tienen una buena oportunidad de atraer a las grandes masas que se acercan al bar de moda: Baobab.
AL TXILE
calle Príncipe 3, Abando
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[…] a Barrencalle, concretamente a la takería TxokoMex. Es de los mismos dueños que el restaurante Al Txile del que ya os hablé. La takería TxokoMex es un rollo más take-away, para comer de pie en el […]
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El viernes día 20 de marzo fuimos los 3 al restaurante mejicano Al Chile: Mari Carmen, la chiquilla y yo. Queríamos probar. Nerea fue un poco a regañadientes porque ella apuesta siempre por valores seguros: le gusta mucho el italiano de Gardoki. Mari Carmen es más aventurera y asumió desde un principio el riesgo que corríamos. Pedimos, creo, enchiladas de pollo, fajitas de no sé qué y verduras a la plancha. Las enchiladas y las fajitas estaban reguleras y las verduras a la plancha estaban crudas. El a modo de pan que nos sacaran eran unas tortitas, pero tan crudas que no nos explicábamos cómo se atrevieron a sacarlas a la mesa. Y después llegó el postre. Bueno, ahí lo arreglaron un poco. Pedimos 3 postres: un helado muy rico con sabor a coco, otra cosa que era como un bizcochito, pero también muy rico, y un buñuelo relleno con una crema o así, pero que estaba de mareo. La chiquilla probó los tres y se quedó flipada de lo buenos que estaban. Al final de la cena, Mari Carmen que es muy clara, le señaló a uno de los camareros las carencias que habíamos detectado. El camarero se lo tomó a bien porque entendió que era una crítica hecha con cariño y desde la más pura buena fe. Creemos que son muy buena gente y apostamos por ellos. El precio fue bastante arregladito: 45 euros para los tres. Fue una lástima que no estuvieran los mariachis. La chiquilla dijo, con gran ironía, que había que aprovechar que estaban de vacaciones. Volveremos pronto y les daremos una nueva oportunidad. Son muy serviciales y simpáticos. Un cariñoso saludo para todos los que lean nuestro comentario. Mari Carmen, Nerea y Julio.
[…] Al Txile […]
El restaurante Al txile está cerrado a día de hoy. Fuimos a este local buscando un mexicano y habiendo encontrado en tripadvisor una buena opinión del lugar. Así como al haber visto la opinión de este blog, pues buscábamos un lugar que pusieran mariachis. Al llegar, vimos que lo que hay es un garito,en el que dudé de la integridad de mis facultades psicomotoras al salir, pues sólo el hecho de preguntar me hizo inhalar un ambiente enrarecido que si no fuera por la actual ley que prohíbe fumar en estos lugares, estoy convencido de que la nube que saldría de este sitio generaría las típicas nieblas de Londres. Eso sí, saqué la información que necesitaba: antes era un mexicano ahora ya no. No hizo falta más, supere la barrera de la puerta y noté que mi alma volvía a su lugar. No besé el suelo como hizo en su día cierto Papa porque estaba lloviendo y no era plan, pero me dirigí rápido a mi furgoneta para dar la noticia a mi mujer y buscar otro lugar más acorde.
Un saludo